LOS NIÑOS SETA Y EL MIEDO AL CAMBIO

LOS NIÑOS SETA Y EL MIEDO AL CAMBIO

Una de las reacciones habituales frente al miedo es paralizarse, quedarse quieto y no avanzar. Sin embargo, también podemos encontrar respuestas contrarias, como pueden ser salir corriendo y huir ante situaciones que nos aterran. Hay que tener en cuenta que el miedo es una emoción, y como tal tiene una función determinada. En este caso la de supervivencia. Por tanto podríamos decir que el miedo nos ayuda a sobrevivir. O sino, preguntaros que pasaría si fuéramos paseando tranquilamente por la calle y viéramos acercarse un león con cara de pocos amigos. Seguro que la mayoría de nosotros saldríamos corriendo. Podemos agradecer al miedo que nos empuje a huir, y así alejarnos de los colmillos del león.

Sin embargo, afortunadamente no es muy probable que nos encontremos animales salvajes por las calles de nuestra ciudad. Pero no por ello dejamos de sentir miedo en determinadas situaciones. Muchas veces no hacemos algo por temor a que nos salga mal, a hacer el ridículo o a perder el control. A los niños también les pasa lo mismo. Existen niños que muestran mucha resistencia al cambio, fantasean con cosas terribles que les pueden suceder si abandonan la zona en la que se encuentran a salvo. Estos niños se sienten seguros con sus rutinas diarias, se muestran confiados y relajados cuando saben lo que va a ocurrir y cuando no se apartan demasiado de lo conocido. Por el contrario, cuando tienen que afrontar nuevas situaciones responden con temor y rechazo. Y consecuentemente, acaban por evitar todo cambio y novedad. Al igual que las setas permanecen siempre en el mismo lugar, y es allí donde crecen y se sienten bien. Sin embargo, experimentan vértigo solo con excursiones lejos de su ciudad, con la idea de quedarse a dormir fuera de su casa, incluso si se trata de su mejor amigo. Aunque pensándolo bien no es que no les guste, sino más bien que temen el cambio y lo desconocido. De hecho, la mayoría de las veces que se atreven a hacerlo o que sus padres insisten en que lo hagan, regresan a casa con una sonrisa asegurando que se lo han pasado bien.

En Camins trabajamos con niños y padres que tienen este problema. Recomendamos a los padres que potencien la autonomía e independencia de sus hijos desde pequeños. Es importante que les animen a experimentar cambios en sus rutinas y que busquen situaciones nuevas que les hagan abandonar, aunque sea por un rato, su zona de confort. Se recomienda empezar por pequeñas cosas para que se vayan acostumbrando y poco a poco aumentar el desafío que supone aquello que no conocemos.

Centro de Psicología Camins

Deja un comentario